Con este tiempo lluvioso no dan ganas de salir de casa. Llega una cargada de postales y cosas y solo apetece echarse junto al fuego, oír buena música, dormir y degustar un cupcake. Los cupcakes son mi infancia, más que un postre son una evocación y aunque raramente los pruebo, cada vez que lo hago es una fiesta.
Come on-a my house, my house a come on
Hace 1 hora
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