Estaba pensando en hacer una serie del paso del otoño al invierno. Ya sé que estamos todavía en otoño, pero aquí bajaremos hasta los -20° de sensación térmica esta semana, está nevando y los árboles ya perdieron todas sus hojas. Así que para mí el otoño ya acabó.
¿Qué me inspira el otoño?
En el otoño el cuerpo recupera la memoria de la naturaleza que se prepara para dormir durante todo el invierno. También hay mucha sensualidad en esta somnolencia que nos invita a reposar tranquilamente mientras el bosque afuera muere.
Sabemos que esta muerte no es definitiva, que en la próxima primavera se despertará nuevamente. Y nos dejamos llevar por las ganas de no hacer nada, de detenernos en nuestro camino.
Esta otomana nos invita.
Y después llega el invierno. La ventana nos deja entrever un mundo blanco, ázucar, nubes, algodón... Y aunque el frío nos golpee, es todo tan luminoso y encantador que no podemos evitar salir a la calle, a besar al invierno.
¿Qué me inspira el otoño?
En el otoño el cuerpo recupera la memoria de la naturaleza que se prepara para dormir durante todo el invierno. También hay mucha sensualidad en esta somnolencia que nos invita a reposar tranquilamente mientras el bosque afuera muere.
Sabemos que esta muerte no es definitiva, que en la próxima primavera se despertará nuevamente. Y nos dejamos llevar por las ganas de no hacer nada, de detenernos en nuestro camino.
Esta otomana nos invita.
Y después llega el invierno. La ventana nos deja entrever un mundo blanco, ázucar, nubes, algodón... Y aunque el frío nos golpee, es todo tan luminoso y encantador que no podemos evitar salir a la calle, a besar al invierno.