Massive Athaks es nuestro destino de hoy. Este paseo es bastante especial, porque visitaremos donde viven y mueren los relojes. Algunos yacen en el agua turbia, otros cuelgan de los árboles. El viajero se detiene asombrado a contemplarlos. Y no debería, porque los relojes son los propietarios del tiempo y suelen ser susceptibles con su intimidad.